A los dos dias de terminar la prueba escribi la cronica de tiron y aqui os la pongo:
Bayona 24 de Junio de 2016 a las 11.45 h. Acabamos
de llegar al aparcamiento donde dejaremos el coche y cogeremos el bus
para ir a Luchon antes de nuestra vuelta en bici. Recogemos nuestros
dorsales y nos vamos a entregar las bicis para después comer tranquilos.
Una
vez liberados de las obligaciones, nos vamos al coche y comemos
tranquilitos la ensalada de pasta y las pechugas que hice la víspera…
Después de eso, preparamos las bolsas, lo recogemos todo y nos vamos al
bus. Esperamos dentro del bus un buen rato hasta que al final
arrancamos y nos vamos hacia Luchon. En el camino charlamos tranquilos,
y una vez dejamos la autopista tras 30 Km de carretera llegamos a
Luchon sobre las 18 h. Durante todo el camino me ha llamado la atención
el paisaje tan poblado de bosque que hay. En la cara sur, en España
esto no es así…
Esperamos en
Luchon a que lleguen las bicis y mientras, yo me acerco al hotel a
decirles que e un rato llegaremos con todos los trastos.
Tras
recoger las bicis(las nuestras son de las ultimas en salir porque
fueron de las primeras en entrar), nos vamos al hotel, dejamos todos los
trastos y nos vamos a dar un paseo por el pueblo. En 10’ hemos
terminado, y tras comprar una barra de pan para los bocatas del día
siguiente, nos vamos al hotel. La habitación es pequeña y tiene ducha y
lavabo pero no taza del w.c. Para orinar o hacer aguas mayores hay
que salir al pasillo (¡¡¡!!!). Menos mal que la cama es buena y ancha
aunque un poco corta para mí.
Cenamos a las 21 y cada uno se va a sui habitación. A las 22.15 apago el partido de rugby que veo me duermo en 10’.
Sábado
25 de Junio a las 5.45 de la mañana. Mi compañero de club y amigo Jose
Mari y yo desayunamos en la habitación del hotel antes de prepararnos
para nuestra primera Luchon-Bayona. El desayuno es completito, y tras
terminar quedamos en vestirnos y bajar en 10’ con las bicis a la
puerta. Me he despertado a las 4.50 y ya no me he dormido, pero he
estado en la cama un buen rato más.
Recojo
todo, me visto, cojo la bici y bajo cuando Jose Mari llama a la
puerta. La bici pesa como siempre que hacemos una brevet larga, porque
entre la ropa y la comida que hemos metido vamos a tope…
Llegamos
a la salida y ya hay gente haciendo cola. Sellamos tranquilamente y nos
ponemos a la cola nosotros también. En la cola oigo algo de francés,
algo de castellano pero sobre todo oigo hablar euskera. Hay gente de mi
tierra a patadas, y muchos han venido en grupo. Debe ser que allí
donde vamos los vascos nos hacemos notar, y ese día había mucho
cachondeo en cada grupo de mis paisanos.
Tras
5’ y la meada de rigor van sellándonos la cartulina y salimos
tranquilamente. Nadie corre, todos tenemos claro que hay muchas horas
de bici por delante y muchas muy duras. Vamos saliendo del pueblo en
pelotón estirado pero sin ninguna prisa. Antes de salir del mismo ya
empieza el puerto y comenzamos a subir. Aunque en los primeros
kilómetros voy con el 25, enseguida pongo el 28 y para arriba. Poco a
poco vamos dejando atrás los primeros kilómetros de subida, y aunque es
el principio cuesta subir; es un puerto que por lo menos para mí no
tiene nada de fácil. Subo a 10-11 Km/h con unas pulsaciones de 168-172
ppm, seguro que el desayuno vikingo que he hecho ayuda a tener las
pulsaciones tan altas.
La parte
final es lo más duro, pero me entretengo hablando con Jose Mari, mirando
hacia abajo y viendo a la gente como sube. Al final terminamos la
subida en una hora y cuarto más o menos. Paramos, comemos algo, nos
abrigamos y empezamos la bajada. Ya habíamos visto que las nubes
estaban muy bajas, y eso se nota al bajar. La niebla o las gotas de
lluvia fina nos van mojando y empezamos a pasar frio ya que hemos sido
optimistas y vamos con culotte corto a pesar de los manguitos y el
chaleco.
Llegamos a Arreau, y después de nada de llano ya nos desvían y nos metemos en el Aspin. Empezamos suave y comentamos que este es un puerto muy bonito, un puerto agradable para el ciclista. Ves todo el valle según subes, las vistas son preciosas y no es tan duro como el siguiente puerto, el Tourmalet. La pena es el día que hace, porque tanta niebla evita que se pueda ver bien todo este paisaje. Aquí subo inicialmente a 12 y luego en la parte más dura a 9-10 Km/h y unas 155-163 ppm más o menos. Al final son 45-55’ creo recordar de subida, y tras llegar arriba paramos en el primer avituallamiento del día. Comemos un poco de todo, y tras ver que estamos ya empapados de sudor y sobre todo de humedad ambiente nos ponemos las perneras y casi toda la ropa que llevamos. Yo llevo puesto encima una camiseta corta de fibra, el maillot de manga corta, los manguitos, el chaleco, la chaquetilla fina de verano y el chubasquero. En las piernas por contra, culotte corto, perneras y botines sobre los zapatos.
Llegamos a Arreau, y después de nada de llano ya nos desvían y nos metemos en el Aspin. Empezamos suave y comentamos que este es un puerto muy bonito, un puerto agradable para el ciclista. Ves todo el valle según subes, las vistas son preciosas y no es tan duro como el siguiente puerto, el Tourmalet. La pena es el día que hace, porque tanta niebla evita que se pueda ver bien todo este paisaje. Aquí subo inicialmente a 12 y luego en la parte más dura a 9-10 Km/h y unas 155-163 ppm más o menos. Al final son 45-55’ creo recordar de subida, y tras llegar arriba paramos en el primer avituallamiento del día. Comemos un poco de todo, y tras ver que estamos ya empapados de sudor y sobre todo de humedad ambiente nos ponemos las perneras y casi toda la ropa que llevamos. Yo llevo puesto encima una camiseta corta de fibra, el maillot de manga corta, los manguitos, el chaleco, la chaquetilla fina de verano y el chubasquero. En las piernas por contra, culotte corto, perneras y botines sobre los zapatos.
A
pesar de tener suerte y no hacer frio, estamos a 12 ºC que al bajar son
muchos menos. Bajamos y al llegar a Saint Marie de Campan (lugar donde
empieza la subida al Tourmalet) veo que nos observa un matrimonio desde
el jardín de su casa: con manga corta el hombre y vestido de tirantes
la mujer. Me entran escalofríos al verlos y seguimos sin parar en la
famosa fuente del pueblo.
Empezamos
a subir el coloso del día y tengo que parar porque oigo ruidos raros en
la parte trasera de mi bici. Miro la parrilla y veo que el agua de la
carretera ha aflojado las bridas que la sujetan, la parrilla se ha
bajado un poco en los tirantes traseros de la bici y roza con la rueda
trasera. La subo un poco, reaprieto las bridas y tema solucionado.
Volvemos a la carretera y la cuesta es cada vez más pronunciada. Hasta
la curva de herradura en la que se cambia de ladera aguanto un poco,
pero después de esta curva los porcentajes suben al 10 % o más y todos
(y por supuesto yo…) subimos sobre los 8 Km/h como buenamente podemos…
Subo
entre 7-8 Km/h y a 60 pedaladas por minuto, y se nos unen 3 franceses
(dos chicos y una chica) con los que subo charlando con ellos lo que
puedo. Así llegamos a las viseras que tapan la carretera y evitan las
avalanchas, y desde allí en adelante todavía subo más despacio…
Aquí
ya me he quedado solo con Jose Mari(me cuida como a uno de sus hijos…) y
ahora voy a 7 Km/h escasos, 55-60 pedaladas por minuto y mi corazón va
a 165-168 ppm. A mitad de La Mongie le digo a Jose Mari que hacemos
una parada técnica. Me tomo dos geles y un buen trago de agua, saludo
al burro Federico que se quiere comer mi piloto de luz trasero y tras un
pequeño respiro seguimos subiendo.
Subo
algo mejor un par de kilómetros y le doy a la lengua con un gabacho con
el que hablo en francés y en euskera indistintamente. Es un poco
pesado, pero me entretiene y si hablo no pienso en lo dura que es la
subida así que no digo nada y sigo con él un rato. Nos hace fotos y nos
dan la tarjeta para verlas y comprarlas en internet. Pienso mientras
subo que no debo de ir tan mal, porque puedo pedalear, hablar, coger la
tarjeta y guardarla en el maillot… o soy un portento o el que no se
consuela es porque no quiere…
El
final del puerto se agarra mucho, pero al final todo se termina y este
puerto también. Hemos tardado 1 h 40’ en subirlo (está claro que por mi
lentitud, porque Jose mari está muy muy fuerte…) y ya estamos arriba.
Nos hacemos unas fotos entre el maremágnum de coches, ciclistas y
acompañantes y nos tiramos hacia el control, que según Jose Mari esta 3
curvas más abajo. Al final después de 3 Km paramos a abrigarnos porque
estamos pasmados de frio y el control no aparece. Tras taparnos,
bajamos unos 5 Km más y allí está el dichoso control. Según llego veo a
Eduardo Pascual de la Sociedad Ciclista Vitoriana, un buen amigo con el
que hablo un rato. Después, comemos de todo y yo hasta tomo un café
caliente a ver si así me templo. Al rato, nos tiramos otra vez para
abajo y recordando el dicho de Julián y por el frio que tengo me pongo a
cantar a voz en grito a ver si se me pasa… No sé si lo consigo, pero
los gabachos que suben en bici se parten de la risa…Tras un buen rato
bajando y muy escasos metros llanos llegamos a Argeles-Gazost y… a la
salida del pueblo ya han puesto otra cuesta para empezar el Soulor.
Empezamos
el Soulor con un pechugazo cuesta arriba de por lo menos 4 Km con un
porcentaje que no baja del 6-7%, y mis piernas están como el flan. Poco
a poco el % baja y mis piernas mejoran algo, y así vamos haciendo
kilómetros junto con Anselmo Mur, un amigo de Huesca con quien
coincidimos en todas las aventuras en las que me embarco. Nos cuenta
que ahora también corre, y que quiere conocer todas las provincias
españolas corriendo medias maratones… y dice mi madre que yo estoy mal
del coco…
Seguimos así de charleta
hasta que al cabo de un buen rato damos una curva a derechas y se nos
presentan los 8 km duros del Soulor. Aquí ya subo a 7 Km/h como mucho y
mi corazón ya no sube de las 155-160 ppm. Voy poco a poco entre los
ánimos de Jose Mari y mis estrategias mentales para entretenerme. Miro
las bicis de los que me pasan, miro los árboles, decido que olor me
gusta y cual no… todo vale para no pensar demasiado…
Subo
y subo y subo y subo como un robot a 7 Km/h y 55 pedaladas por minuto.
En un momento en el que la niebla es muy espesa y que estoy mirando el
cuenta kilómetros oigo a Jose Mari jurar. Al levantar la vista veo los
focos de un coche que baja desde muy arriba, y ante nosotros se levanta
una rampa corta de unos 40 metros de por lo menos el 15%... Subimos la
rampa como buenamente podemos(sobre todo yo) y seguimos subiendo... Así
continuo no se ni como hasta que llegamos al control de Soulor 100
metros antes de la cumbre. Allí me siento y bebo coca cola como un
loco, como los bocatas de panceta bien ricos, bizcochos, chocolate y de
todo.. rellenamos los botes de agua y antes de enfriarnos seguimos
hacia el Aubisque. Otra vez bajamos casi 2 Km en el circo de Litor, y
como hay tanta niebla no se ve nada. De hecho las motos que vienen de
frente se ven a escasos 20 metros y no antes. Tras bajar, subimos otra
vez los 5 Km que hay hasta el Aubisque tras pasar por los túneles en la
roca y la zona en la que se intuye una caída de más de 100 Mt, y al
llegar descanso un poquito. Nos hacemos unas fotos con mi móvil, pero
no veo nada y la foto sale mal o peor…
Tras
las fotos, voy al bar y pido más Coca Cola y llamo a casa para decir
que estamos bien. Al final llamo con el mv de Jose Mari porque el mío
me dice que tururú… Nos volvemos a abrigar y otra vez para abajo.
Bajamos la primera parte del puerto bien, pero yo debo frenar mucho para
no embalarme y noto como me estoy comiendo las zapatas de mis frenos.
Justo antes de llegar a Les Eaux bonnes, rompo un radio de la rueda
dinamo, y seguimos hasta el pueblo para dejar la rueda más recta. Jose
Mari saca su multiherramienta y la deja casi perfecta en 5’, estoy
admirado…
Seguimos bajando y al
poco estamos en Laruns. Enfilamos hacia Oloron Saint Marie y en escasos
5’ hacemos un pelotón de unos 40 ciclistas. Nadie da un triste
relevo, así que al rato de los 35 Km/h bajamos voluntariamente a 25
Km/h, al poco nos pasan y nos ponemos a rueda. Nos llevan bastante
bien unos 10 Km pero luego se ponen tontos y la velocidad empieza a
subir a los 35, luego a los 40 y luego a los 45 Km/h momento en que nos
descolgamos en una rampa. Seguimos tranquilos charlando y recuperando
las piernas poco a poco de la paliza de tantos puertos. Llegamos a
Oloron a eso de las 19 y pico, y no vemos ningún control por ningún
lado. Pasamos Oloron y seguimos visto que no hay nadie que nos selle la
cartulina. A los pocos kilómetros paramos a comer un bocata y tras la
merendola y un pis, mas bici…
Estamos
ya por el kilómetro 200 o casi, y las piernas ya lo notan, aunque por
otro lado yo por lo menos voy algo mejor cada vez. Además esta zona es
bastante llana y eso ayuda a que se puedan recuperar un poco las buenas
sensaciones. Pasamos por distintos pueblos ya en el país vasco francés
y en el km 240 empezamos a subir Osquich, el ultimo puerto de entidad
del dia. Al empezar la subida volvemos a coincidir con los 3 franceses
del Tourmalet. Subimos poco a poco y Jose Mari, la señorita francesa y
yo nos destacamos algo sobre los otros dos. Al poco, la chica mete una
marcha más y se nos va mientras Jose Mari y yo disfrutamos del
crepúsculo al fondo y entre nubes. Unas vistas preciosas nos acompañan
al terminar la subida, y es que parece que la climatología ha mejorado
algo y ya no llueve y al fondo cerca del mar se ve más claridad y menos
nubes. Llegamos al control de Osquich sobre las 22 h, nos ponemos la
poca ropa seca que nos queda, cenamos y seguimos tras llamar a casa y
decir que estamos bien y que ya nos queda menos.
A
partir de aquí la carretera es muy solitaria y no vemos muchos coches
ni ciclistas, y por contra tenemos unas subidas matadoras. Son
toboganes muy pronunciados tanto para bajar como para subir. A pesar de
ello, no sé si es que cada vez estamos mejor o es que al acercarnos a
la costa cada vez son más asequibles, pero el caso es que cada vez los
subimos mejor…
Seguimos chino
chano, y a eso de las 12 de la noche le pido una tregua a Jose Mari y
paramos un rato. Nos trincamos el último bocata, y seguimos al rato.
Al poco vemos que solo quedan 30 Km, así que venga para adelante… Los
últimos kilómetros son más asequibles y llanos, y podemos hacerlos con
el plato. Vamos rodando y vemos varios grupillos de ciclistas parados
con sus coches de apoyo. El track del GPS de Jose Mari se acaba y según
me dice desde ahí al final solo quedan 6 Km. Vemos las luces de una
población y aunque al principio dudamos, resulta que es Bayona.
Callejeamos un rato y a las 1.55 de la noche del sábado al domingo
llegamos al polideportivo que dejamos el viernes a las 14.30 h. Al
llegar nos recibe un chico del club cicloturista de Fuentes de Ebro que
nos conoce de las brevets de Zaragoza.
Sellamos
las cartulinas, les felicito a los presentes de la organización por su
buen hacer(es justo reconocerlo) y vamos a tomar un cafecito a la
barra. De ahí a la mesa de estos aragoneses que nos invitan a cenar, y
tras picar algo nos vamos a la ducha. El agua esta fría y sufrimos otra
vez, pero nos duchamos y nos vestimos al final. A las 3 de la mañana
nos subimos al coche y tras una hora de autopista llegamos a casa de mi
madre donde descansaremos.Epilogo: Tras meterme en la cama me costo mas de dos horas dormirme debido al calor que expulsaba y que hacia que sudara como un pollo. Al fional me dormi a eso de las 6 de la mañana. A las 9 nos levantamos Jose Mari y yo para desayunar y acompañarle al coche a sacar mis trastos, ya que sus obligaciones familiares le hiceron irse rapido a Alcala de Henares. Esa noche siguiente si que dormi como los angeles...
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