Desde Navidad y siempre que el tiempo lo ha permitido, he probado otra modalidad del ciclismo como es rodar en un tándem de montaña.
Hasta ahora hemos tenido 5-6 salidas de las que se puede decir que las 2 primeras fueron de ajuste de medidas y piezas, y las ultimas ya han sido de rodar casi siempre por pista en buen estado. Las distancias no han sido muy largas, pero nos hemos acercado las ultimas 4 veces a los casi 50 Km.
Como el tándem es cosa de 2, hay que decir que yo soy el piloto y Marivi es “el segundo de a bordo”. Como en toda actividad que realizan 2 personas, estamos en proceso de adaptación el uno al otro. Yo le debo indicar todas las incidencias que hay y sobre todo avisar de los baches que llegan (ya que al ser yo tan grande y ella bastante más pequeña que yo, no los ve y si no le aviso se los come del todo…), y ella debe hacer caso a lo que le digo y por ejemplo señalizar con los brazos los giros que vamos a hacer al ir en carretera, tumbarse al mismo lado que yo en algunas curvas....
De momento vamos quemando etapas, aunque de vez en cuando se me olvida avisar de los baches y la pobre Marivi lo sufre...
La bicicleta es una maravilla: cuadro de aluminio con ruedas de 26”, transmisión de 3 x 10 V, frenos hidráulicos y neumáticos tubeless. No ha dado ningún problema desde el primer día y estamos muy contentos.
Foto de la salida del primer día:
La bici descansando un poco:
Los tres en la foto:
Veremos que actividades podemos hacer a partir de ahora, esperemos que muchas y muy agradables.
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