lunes, 31 de agosto de 2009

Dia -1 y dia 0:

Lunes día 21 de Agosto:
Tras montar mi bici en el soporte correspondiente del coche de Andrés a las 11 A.M. de la mañana en el aparcamiento de detrás de casa del peque y despedir a mi mujer e hija junto con las del peque, y ver que el resto del equipaje ya esta introducido allí donde se puede,(3 de bicis en el soporte que tiene Andrés en la parte trasera de su coche y la mas pequeña que es la del peque encima de las bolsas en el maletero), montamos todos en el mismo y salimos dirección Algete. En el interior del mismo vamos D. Andrés Capacete el “Cecinas”, D. Miguel Ángel Gracia alias el “peque”, D. Julián Montañés alias el”Yayo” y un servidor de ustedes, Javier Bouzas alias el”¿?”(cuando me entere de mi alias lo pondre).

El viaje comienza como todos, con las chorradas de turno y vamos yendo tranquilamente hasta llegar a la autopista que hay antes de Guadalajara y que nos lleva hasta casi Algete. Tras entrar en ella decidimos que mejor comer en un restop antes de llegar al hotel, ya que si no se nos hará muy tarde. Paramos en un restaurante en la autopista y tras pedir nos damos cuenta que el servir las mesas con garbo no es precisamente el lado fuerte del camarero. Finalmente sale la cocinera desde la cocina, nos prepara la mesa y nos sirve ella, viendo que al camarero le arrastran los huevos por el suelo y que debido a tamaño peso, no puede correr mucho.
Para que todo el mundo se haga una idea, de lo que pedimos no queda casi nada, y tras pedir ensalada rusa y carne de segundo nos sacan la ensalada rusa en ¡PLATOS DE POSTRE!. Tras este sacrilegio y tras comer el segundo somos testigos de cómo se puede tener a una mesa de 9 personas todas de una misma familia 25 minutos esperando hasta que les toman nota, y tras terminar el postre como podemos y tomar el café, pagamos y salimos de restaurante pies en polvorosa jurando que nunca jamás pararemos allí.

Llegamos a Algete y preguntamos si pueden pasar el control de las luces en ese mismo momento. El responsable del control de luces es nuestro viejo conocido Francesc Porta, y el control es el siguiente: “¿Habéis traído luces, las de repuesto y los chalecos reflectantes?, ¡Que os voy a controlar si ya sabéis lo que tenéis que llevar!”. Tras el control, nos vamos al restaurante del polideportivo y encargamos la cena para nosotros cuatro y para otros seis que son los de Mungia. Después, a San Sebastián de los Reyes y tras hablar con las señoritas de recepción, nos metemos a las habitaciones para dejar las bicis preparadas para el día siguiente.

Tras pasar la tarde, cenamos con nuestros amigos de Mungia y Zalla en un restaurante que finalmente eligen los amigos de Zalla y que no esta mal. Tras la cena, a la cama. En la habitación estamos el peque y yo, y ponemos un rato la tele para que nos entre el sueño. Como el aire esta puesto, inicialmente nos tiramos en la cama muy destapados pero poco a poco terminamos tapaditos y dormimos francamente bien a pesar del calor que hace en el exterior.

Martes día 22 de agosto:
El día de la prueba nos levantamos y tal y como habíamos quedado bajamos a desayunar. Los abuelos Andrés y Julián ya han comprado el pan y nos echan en cara que todavía no nos hayamos levantado. Entramos en el buffet libre, y para que negarlo, yo voy dejando alto el pabellón (no se cuantos viajes hice para servirme, pero recuerdo que me tome 4 cafés con leche pequeños), aunque no se si le llego a la altura de los zapatos a D. Jorge Del Pico. Tras terminar bien servido, nos vamos de paseo y pasamos la mañana en el gigantesco centro comercial que hay allí donde queremos comer. Tras el entretenimiento, comemos y al hotel a siestear. Por cierto, tras llorar a las señoritas de recepción hemos conseguido que nos dejen estar en la habitación hasta las 18 horas de la tarde sin pagar suplemento alguno.

A las 17 h. estamos casi preparados y vamos terminando con todo. Vamos a la habitación de los abuelos para hacer los bocatas, pero ya los han hecho así que empezamos a bajar trastos al coche. Finalmente a las 18 h salimos del hotel y nos vamos a Algete donde lo primero que hacemos es preparar todo lo que vamos a llevar en la bici y a esperar para cenar. En ese momento vemos a nuestro amigo el coletas y a Pepe y su compañero Eloy Porroche. Charlamos un rato y al poco nos desperdigamos por ahí un poco para dejar pasar el rato. Tras llegar la hora de la cena, resulta que nuestros amigos del restaurante no se acuerdan de nosotros y tenemos que cenar dentro del restaurante medio asados de calor. Finalmente cenamos sin novedades, levantamos el campamento, sacamos todas las “armas” y a esperar la salida. Cuando estamos esperando que nos metan en el box de salida de 50 en 50, viene una televisión asturiana para hacer el reportaje de los ciclolocos astures, y a la reportera no se le ocurre nada mejor que decirles que canten el “Asturias patria querida…”. Los demás flipamos un poco y después del numerito televisivo nos van metiendo a los cajones de salida y ya estamos preparados para la locura…

Como somos el primer grupo en salir, Porta nos dice unas palabritas y nos deja con la alcaldesa de Algete, que corta la cinta y nos dice “buena suerte” o algo así y salimos...

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