sábado, 1 de mayo de 2010

Cronica de la brevet de 300

Viernes 23 de abril día de San Jorge (fiesta de Aragón) a las 19,30 h de la tarde. Mientras mi hija Sara juega en su habitación, su vecina Alba que ha bajado para jugar con ella me mira con cara de extrañeza por que estoy metiéndome entre pecho y espalda un plato de espaguetis que esta de muerte. Cuando ataco el segundo plato me pregunta porque estoy cenando tan pronto, y cuando le digo que por que voy a desayunar a las 4 de la mañana y que ceno ahora para tener hambre a esa hora, me mira todavía con más cara de marciana.

Sábado 24 de abril a las 3 h 55’ de la mañana. Estoy esperando que suene el despertador puesto a las 4 de la mañana, pero como siempre, estoy despierto hace un rato y me aburro, así que me levanto antes de que suene.

Desayuno yogur, tostadas con mermelada y el te de costumbre mas los espaguetis que sobraron de la cena. Estoy redondo como un globo aerostatito, pero consigo vestirme, sigilosamente cojo todo lo necesario y me bajo al trastero a hinchar las ruedas y salir dirección al Hotel Romareda, punto de salida de la brevet. Me pongo el chaleco reflectante, enciendo el frontal del casco y el piloto rojo trasero y me voy p’alla. Como solo vamos a rodar una hora de noche no he cogido más luz que la del frontal, ya que para esta brevet no me pongo parrilla ni nada. Otro cantar será en la de 400, 600 y por supuesto la de 1000 Km. De todas maneras, para la de 400 y las demás ya iré con todo el equipo: rueda dinamo, luz delantera y parrilla trasera.

Son las 4 h 40’, la temperatura es de 10ºC y hace buena noche. Llego pronto al hotel y me preparo para apuntar a todos los participantes. Al final somos 29 breveteros que puedo inscribir sin prisas. Salimos 15 minutos tarde tras las explicaciones de Julián debido a que nosotros mismos hemos hecho todas las inscripciones. Al salir del hotel Pepe llama a Andrés para decirle que se ha dormido y que nos coge por el camino, pero Andrés y Machin se quedan a esperarle en la gasolinera de Valdespartera.






Salimos como siempre todos juntos de la ciudad y vamos también como siempre diciendo chorradas. En media hora ya empieza a clarear, y al llegar a Muel pido tiempo muerto para una meada. Todos aprovechamos para lo mismo y meamos placenteramente. Yo después me como un bocata de queso, que ya hace casi 4 horas que he desayunado. Para variar, Emilio no nos ha esperado y ha seguido en el grupo delantero. Después de pasar Longares (Km. 35) nos cruzamos con un coche de la guardia civil que enciende las luces, se para en mitad de la carretera, nos dice que en fila de a dos y sigue su camino (imagino que cuando nos ha visto iríamos en grupo en vez de en fila de a dos). Menudo espectáculo a las 8 y poco de la mañana…


Llegamos a Cariñena (Km. 44) y enfilamos al alto de Aguaron. Voy subiendo con Oscar y Raúl tranquilamente comentando el buen tiempo y la magnifica vista que hay desde allí, y al final del puerto Raúl se adelanta para hacer fotos. Como soy gilipollas integral se me ha olvidado coger la cámara y yo no puedo hacerlas. Llegamos al alto (Km. 57) y tras esperar al resto bajamos al Codos (Km. 63). Emilio nos esta esperando allí y le echo la bronca por no esperarnos, pero no me hace ni caso. Desde allí cogemos la carretera dirección Calatayud y al poco nos adelantamos Oscar, Cristian y yo mientras charlamos. Al poco rato tras pasar Miedes dejamos de darle a las piernas para que el resto nos coja. En un buen rato casi cuando estamos llegando a Calatayud nos cogen, y en 5 minutos mas ya estamos allí para almorzar (Km. 95). Desde Codos el día se ha estropeado un poco y ha refrescado algo. En el almuerzo mis compañeros de mesa dicen quedarse fríos, pero yo estoy muy bien. Todos(los 22 que estamos según creo recordar) comemos con buena gana el chorizo, la longaniza, los huevos fritos y la ensalada de tomate con atún. Al final, todos un café y algún chupito(los menos) excepto Raúl y yo que nos tomamos un Cola Cao (hace casi un mes que he decidido desengancharme del café).

Salimos de Calatayud y Julián vuelve a tomarme el pelo en una rotonda mintiéndome sobre la dirección que hay que tomar. Como hemos pasado por aquí 49 veces entre brevets, aventuras nocturnas y salidas diurnas, todas las salidas de la rotonda me suenan y caigo como un tonto (no te preocupes Julián, me vengare).

Cruzamos todo Calatayud y vamos dirección Ateca por una carretera con un asfalto vergonzoso (Gobierno de Aragón, ¡menos gastos en chuminadas y más cuidar nuestra tierra y sus carreteras!) cuando tenemos el primer pinchazo. Reparamos el pinchazo y seguimos tras quitarnos manguitos y algún chaleco. Cuando cogemos la carretera dirección Moros y hasta Torrelapaja comienza el terreno rompepiernas de sube y baja. El ritmo es bueno y en un rato llegamos a Bijuesca donde tomamos una Coca Cola y alguno comenta que con los eructos de la Coca se le han ido todas las repeticiones del chorizo del almuerzo. Seguimos y en el tramo que va entre Berdejo y Torrelapaja pinchamos 3 veces mas (dos de las veces le toca a Raúl y se desespera, pero esto funciona así…). Al final en Torrelapaja nos reagrupamos ya que algunos habían seguido despacio para no quedarse fríos en los pinchazos. Una vez que se sale a la carretera que vuelve a Calatayud desde aquí, el viento habitual suele ser Cierzo que nos da de culo, con lo que tras subir el repecho inicial proponemos una rueda para pasar todos al relevo e ir más rápido. Son ya las 14,30 del mediodía, y no llegaremos a las 15,30 a comer a Sabiñan ni en avión…
En la rueda de relevos inicialmente entramos 8 personas, pero con algún ánimo más y alguna que otra bronca a los escaqueados de siempre al final somos 14. Dando relevos de peseta vamos a 45 Km./h, así que pienso que si los hiciéramos con más seriedad fácilmente iríamos a 50-55 Km./h. Cuando me voy hacia atrás tras dar el relevo veo que Andrés no entra en la rueda, y a pesar de que le digo que entre delante mío, el me hace gestos diciéndome que no. Esta claro que algo le pasa, ya que si no fuera así seria el primero en entrar. Le dejo tranquilo y sigo en la rueda cuando de repente tras un repecho veo que estamos solo la mitad del grupo. Aflojamos el ritmo pero no se ve a nadie a lo lejos. Seguimos más tranquilos pero aquí no viene nadie y a falta de 8 Km. el grupo vuelve a romperse y nos quedamos 5 delante. Llegamos a Calatayud y esperamos junto a la tapia del cementerio a que llegue el resto del grupo. Llegan algunos pero Andrés, Julián y otros 3 ó 4 no aparecen, así que decidimos ir hasta Sabiñan y tras avisar al dueño del restaurante de que en un rato estaremos todos, esperarles allí.
Continuara...

No hay comentarios:

Publicar un comentario